domingo, 20 de enero de 2019

03 - LA ZORRA A LA QUE SE LE LLENÓ SU VIENTRE.

Una zorra hambrienta encontró en el tronco de una encina unos
pedazos de carne y de pan que unos pastores 
habían dejado escondidos en una cavidad. 
Y entrando en dicha cavidad, se los comió todos.

Pero tanto comió que se le agrandó tanto el vientre
que no pudo salir. Empezó a gemir
 y a lamentarse del problema en que había caído.

Por casualidad pasó por allí otra zorra, y oyendo sus quejidos
se le acercó y preguntó que le ocurría. 
Cuando se enteró de lo acaecido, le dijo:

- ¡ Pues quédate tranquila hermana hasta que vuelvas
 a tener la forma en que estabas, entonces de seguro
podrás salir fácilmente sin problema !


CON PACIENCIA SE RESUELVEN MUCHAS

DIFICULTADES.




                                                                 Fábulas de Esopo

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